El técnico más exitoso del balompié venezolano, Richard Páez, se despidió este martes de la selección vinotinto, luego de encabezar por seis años un proceso que poco a poco se fue diluyendo entre la crítica de la prensa, los reclamos de la afición y su mismo orgullo.
La crítica de la prensa era algo que podía resolverse, pero los abucheos de la afición más fuerte del país, la de Táchira, fueron determinantes para que el timonel tomara la decisión de dar un paso al costado.
Antes había vetado a Caracas como sede de la vinotinto por los mismos reclamos que hizo la afición del “Templo”: el Polideportivo Pueblo Nuevo, durante la cuarta fecha de la eliminatoria mundialista donde Venezuela tuvo que remontar en tres ocasiones para llevarse una victoria por 5-3..
La crítica de la prensa era algo que podía resolverse, pero los abucheos de la afición más fuerte del país, la de Táchira, fueron determinantes para que el timonel tomara la decisión de dar un paso al costado.
Antes había vetado a Caracas como sede de la vinotinto por los mismos reclamos que hizo la afición del “Templo”: el Polideportivo Pueblo Nuevo, durante la cuarta fecha de la eliminatoria mundialista donde Venezuela tuvo que remontar en tres ocasiones para llevarse una victoria por 5-3..
AntecedentesHablar de Richard Páez es nombrar a la persona que levantó el balompié venezolano, inició la tarea de recuperar la verdadera identidad vinotinto, esa misma que al final le reclamó la necesidad de más resultados y trató de mostrarles errores a la hora de dirigir.
Páez tomó el cargo de técnico de la vinotinto el 15 de enero de 2001 y lo dejará el 31 de diciembre de 2007.En el primer partido donde se encargó de la selección, en marzo de 2001 contra Argentina y en el Monumental de River, Páez consiguió una selección que apenas sumaba una victoria y nueve reveses, conformada por la generación de oro del fútbol criollo.
Luego un empate 2-2, en casa, frente a Colombia fue suficiente para comenzar a levantar vuelo. “No estábamos acostumbrados a ir ganando un partido”, mencionó el timonel en aquella ocasión tras perder una ventaja de dos goles con los cafeteros.
Sin embargo, la verdadera nueva historia comenzó a marcarse en agosto de 2001 con un 2-0 sobre Uruguay y cuatro victorias al hilo para salir del último lugar de la eliminatoria suramericana por primera vez en la historia.
La racha se completó en ese mismo 2001 con otro 2-0 sobre Chile, que se convirtió en la primera victoria de visitante para Venezuela, luego el 3-0 sobre Perú y el 3-1 frente a Paraguay para despertar de la pesadilla de los últimos lugares e iniciar la época de la venta de camisetas vinotinto.
En marzo de 2004, durante la eliminatoria para el Mundial de Fútbol Alemania 2006, la selección vinotinto escribió nuevas páginas.
La goleada 3-0 a Uruguay en el Centenario, recordada como el “centenariazo”, puso a brillar los ojos de la afición, aunque al final, la decepción ante la promesa de clasificar a la Copa del Mundo comenzó a abrir un hueco entre los críticos y el mismo entrenador.
Ya con tropiezos, el estratega llegó en 2007 a su tercera Copa América. Luego de la fallida experiencia en las ediciones de Colombia 2001 y Perú 2004, el ser anfitrión le abría las puertas para reenamorar a los entendidos del balompié nacional. Para eso la renovación de su contrato le daba la oportunidad de regresar con nuevas ideas.
Pero no fue así, Páez tuvo un nuevo tropiezo en la Copa América de 2007, quizá maquillado con un quinto lugar gracias a las goleadas que recibieron Paraguay, Perú y Chile.
Páez tomó el cargo de técnico de la vinotinto el 15 de enero de 2001 y lo dejará el 31 de diciembre de 2007.En el primer partido donde se encargó de la selección, en marzo de 2001 contra Argentina y en el Monumental de River, Páez consiguió una selección que apenas sumaba una victoria y nueve reveses, conformada por la generación de oro del fútbol criollo.
Luego un empate 2-2, en casa, frente a Colombia fue suficiente para comenzar a levantar vuelo. “No estábamos acostumbrados a ir ganando un partido”, mencionó el timonel en aquella ocasión tras perder una ventaja de dos goles con los cafeteros.
Sin embargo, la verdadera nueva historia comenzó a marcarse en agosto de 2001 con un 2-0 sobre Uruguay y cuatro victorias al hilo para salir del último lugar de la eliminatoria suramericana por primera vez en la historia.
La racha se completó en ese mismo 2001 con otro 2-0 sobre Chile, que se convirtió en la primera victoria de visitante para Venezuela, luego el 3-0 sobre Perú y el 3-1 frente a Paraguay para despertar de la pesadilla de los últimos lugares e iniciar la época de la venta de camisetas vinotinto.
En marzo de 2004, durante la eliminatoria para el Mundial de Fútbol Alemania 2006, la selección vinotinto escribió nuevas páginas.
La goleada 3-0 a Uruguay en el Centenario, recordada como el “centenariazo”, puso a brillar los ojos de la afición, aunque al final, la decepción ante la promesa de clasificar a la Copa del Mundo comenzó a abrir un hueco entre los críticos y el mismo entrenador.
Ya con tropiezos, el estratega llegó en 2007 a su tercera Copa América. Luego de la fallida experiencia en las ediciones de Colombia 2001 y Perú 2004, el ser anfitrión le abría las puertas para reenamorar a los entendidos del balompié nacional. Para eso la renovación de su contrato le daba la oportunidad de regresar con nuevas ideas.
Pero no fue así, Páez tuvo un nuevo tropiezo en la Copa América de 2007, quizá maquillado con un quinto lugar gracias a las goleadas que recibieron Paraguay, Perú y Chile.
El hijo en canchaLos reclamos de la afición por la titularidad de su hijo Ricardo David Páez se hicieron más fuertes, aunque éste fue uno de los mejores jugadores de la oncena criolla durante el certamen.
No fue un ensañamiento contra el hijo del técnico, sino la justicia de que otros jugadores en mejores condiciones y estado asumieran ese rol titular dentro de un esquema ofensivo e “irreverente” que ahora buscará seguir con la historia.Y no es porque Ricardo David no sea un buen jugador, sino que más de 15 ó 20 clubes en 10 años hablan de la inconsistencia que ha tenido el volante zurdo para consolidarse en cualquier liga del mundo. ABN
No fue un ensañamiento contra el hijo del técnico, sino la justicia de que otros jugadores en mejores condiciones y estado asumieran ese rol titular dentro de un esquema ofensivo e “irreverente” que ahora buscará seguir con la historia.Y no es porque Ricardo David no sea un buen jugador, sino que más de 15 ó 20 clubes en 10 años hablan de la inconsistencia que ha tenido el volante zurdo para consolidarse en cualquier liga del mundo. ABN